De las relaciones entre Informática y Psicología
- Hector Cardoze
- 12 nov 2024
- 3 Min. de lectura
Un análisis superficial de este tema podría conducir, falsamente, a la negación de existencia de vínculos o relaciones entre ambas disciplinas, dado que mientras la informática se centra en el estudio de la información, la psicología lo hace en la mente del ser humano. Sin embargo, al profundizar dicho análisis nos encontramos con que la informática ha encontrado en el sistema nervioso humano y la psicología un referente del cual derivar analogías, tales como el desarrollo de la inteligencia artificial, valiendo aquí recordar que la inteligencia es un constructo psicológico referido a la especie humana y ciertos animales superiores que ha sido objeto de imitación. Algunos ejemplos de estas zonas de intersección entre informática y psicología pueden servir para demostrar lo recién dicho:

La interacción entre los humanos a título de usuarios y las computadoras: Esta área se centra en el diseño de interfaces y sistemas que sean intuitivos y fáciles de usar para las personas, en la cual la psicología aporta conocimientos sobre procesos mentales superiores como la cognición, la percepción y el comportamiento humano para crear mecanismos de interacción más eficientes y satisfactorias.
La simulación a través de computadores de procesos mentales humanos: La psicología cognitiva estudia los procesos mentales como la percepción, la atención, la memoria y la resolución de problemas. La informática, a través de modelos computacionales, permite simular y comprender mejor estos procesos.
El desarrollo de Inteligencia Artificial: Pretendiéndose crear sistemas capaces de realizar tareas que requieren inteligencia humana de la manera más análoga posible a la forma como lo hace una persona, aún cuando no posean los componentes emocionales y afectivos que caracterizan a los humanos como especie. La psicología proporciona conocimientos sobre el aprendizaje, la toma de decisiones y la resolución de problemas para desarrollar algoritmos más sofisticados.
Realidad Virtual y Aumentada: Estas tecnologías permiten crear experiencias inmersivas que pueden utilizarse en diversas áreas, como la terapia, la educación y el entrenamiento. La psicología aporta conocimientos sobre la percepción, la interacción social y la emoción para diseñar experiencias más efectivas, además de que puede beneficiar a usuarios con limitaciones en la percepción.
Psicología de la Salud y Psicoterapia en línea: Mediante la informática se desarrollan aplicaciones para la promoción de la salud mental y física, como herramientas de meditación, mindfulness, desarrollo de hábitos saludables, extinción de conductas disfuncionales, autorregistros conductuales y terapias online.
Psicología del Consumidor: La informática se utiliza para analizar grandes cantidades de datos sobre el comportamiento del consumidor, lo que permite a las empresas desarrollar productos y servicios más personalizados así como dirigir la publicidad directa y subliminal hacia lo que los consumidores están interesados en conocer, a través de sofisticados algoritmos.
Psicología del Organizacional e Industrial: La informática se utiliza para diseñar herramientas y sistemas que mejoren la productividad y el bienestar de los trabajadores, como plataformas de colaboración y gestión del tiempo, así como para la evaluación del rendimiento en función de variables relativas a las condiciones de medio ambiente de trabajo.
La informática y la psicología se presentan, entonces, bajo una relación de complementariedad pues la psicología aporta conocimientos sobre la mente humana que permiten a la informática crear tecnologías más humanas y eficientes, mientras que la informática proporciona herramientas que permiten a los psicólogos estudiar y comprender mejor los procesos mentales y el comportamiento humano, abriéndose nuevos campos de estudio y desarrollo de tal colaboración.
Esta zona de intersección, por lo demás, ha avanzado de una manera increíblemente veloz en las últimas décadas. Por ejemplo, en el ámbito de la psicometría hace 40 años era inusual conseguir instrumentos psicológicos de medición cuya corrección e interpretación estuviere automatizada. No son extrañas hoy interacciones hombre-computadora que versen sobre situaciones emocionales del operador, aun cuando los resultados aún son percibidos como mecanizados y no empáticos, como sería el caso de un chatbot. Si esto ha ocurrido apenas en algunos pocos lustros, cabe esperar lo antes no soñado como producto de esta sinergia.

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